miércoles, 10 de febrero de 2016

La necesidad de regular las emociones







La  fuente vital de la vida, la dan las emociones, son ellas las que a través de los sentimientos reaccionamos a la realidad, a las personas que te encantan o que rechazas, a situaciones de la sociedad, a situaciones de la vida…cada sentimientos singular transforma tu mundo entero, dijo Jean Paul Sartré.

Ya desde la historia de la civilización se proclamaron las primeras leyes que nos invitan a regular las emociones mediante las leyes y proclamaciones éticas como Los diez mandamientos, el Código Hamurabi, Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, etc.

Regular significa ajustar, poner en orden es decir con una acepción de prevención. Regular las emociones desde la educación emocional consiste en canalizarlas a manera de que el comportamiento subsiguiente sea lo más adaptativo posible brindando supervivencia y bienestar.

Aprender a regular las emociones propias y a gestionar las emociones de los demás requiere de la utilización de la consciencia emocional, de ese estado de darme cuenta en la profundidad de mi persona.

Regular las emociones negativas se puede hacer desde dos enfoques:
1.     Regulación centrada en el problema, el abordar la solución desde este punto permite un cambio emocional al poner atención y el interés en solucionar.
2.     Regulación centrada en la emoción: se cambia la forma de ver el problema de tal manera que esto afecta a la emoción….aplicando lo que dijo Epicteto…No estamos preocupados por las cosas, sino por la forma de ver las cosas.

Esto permite tomar en serio a nuestras emociones, a nuestra forma de vivir la vida con una filosofía vital, sin dejarnos abrumar por la emociones cayendo en estados emocionales largos desagradables y tristes.

 Concluyendo Regular las emociones es ejercer el libre albedrío entre el estímulo y la respuesta.

¡Hasta la próxima¡

Martha Elena GR

Un Expresso Cortado…

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